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Jubileo de la Piedad Popular: salida extraordinaria de María Santísima de la Esperanza de Vegueta

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La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria vivirá este sábado 29 de noviembre el Jubileo de la Piedad Popular, con la salida extraordinaria de María Santísima de la Esperanza de Vegueta.

La venerada imagen realizará su traslado a las 17.00 horas desde la parroquia Santo Domingo, en Vegueta. El recorrido hasta la Catedral de Canarias se desarrollará rezando el rosario, acompañado por un cortejo integrado por miembros de las Hermandades, Cofradías y Patronazgos de la capital grancanaria.

A su llegada a la Catedral, se celebrará la Misa a las 19.00 horas, presidida por Mons. José Mazuelos.

Tras la Eucaristía, María Santísima de la Esperanza emprenderá el camino de regreso a la parroquia de Santo Domingo acompañada por una banda de música, poniendo el broche final a una jornada marcada por la devoción y la unidad de las hermandades de la ciudad y todos los diocesanos que deseen acudir.

La nueva Junta de Gobierno del Consejo de Hermandades toma posesión de sus cargos

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El Consejo de Hermandades, Cofradías y Patronazgos de Las Palmas de Gran Canaria, erigido en 2001 y puesto bajo el patrocinio de Santa Ana, celebró este sábado 22 de noviembre un solemne acto de toma de posesión de su nueva Junta de Gobierno. La celebración tuvo lugar en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en Vegueta, durante una Eucaristía presidida por el obispo auxiliar, Mons. Cristóbal Déniz, acompañado por numerosos cofrades y familiares.

Tras su elección y posterior confirmación episcopal, la nueva Junta queda constituida por:

  •  Delegado episcopal: P. José Antonio Perdigones, SDB
  •  Presidente: Lino Chaparro Cáceres
  •  Vicepresidente: Carlos Rodríguez Cabrera
  •  Secretario: Nicolás Lorenzo Ferrera
  •  Tesorero: Noé Henríquez Morales
  •  Vocal primero: Miguel Rodríguez y Díaz de Quintana
  •  Vocal segundo: José Manuel Olivares Suárez

En el transcurso del acto se realizó la jura de los cargos y se impusieron las medallas que acreditan a los nuevos responsables, además de la vara de honor entregada al presidente. Con ello queda formalizada la personalidad jurídica del Consejo, que representa a las hermandades y cofradías de la ciudad y anima su vida pastoral y procesional.

Al concluir la celebración, Lino Chaparro dirigió unas palabras de gratitud a José Rocataliata y a todos los miembros que culminaban su servicio, reconociendo su dedicación y el legado que dejan al Consejo. Manifestó su compromiso al asumir esta responsabilidad y destacó la importancia de mantener viva la esperanza en tiempos que no siempre son sencillos.

Pidió al Señor y a la Virgen que acompañen este nuevo periodo, guiando al Consejo “por la verdad y la vida”, y animó a seguir trabajando unidos para fortalecer la misión común de las hermandades dentro de la Iglesia y en la ciudad.

La semilla de Cursillos de Cristiandad sigue creciendo en Fuerteventura

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La vivencia y el espíritu de Cursillos de Cristiandad continúa dando fruto en Fuerteventura. Durante el fin de semana del 21 al 23 de noviembre, diez miembros de la Escuela de Cursillos de la diócesis de Canarias se desplazaron desde Gran Canaria para impartir un nuevo cursillo, el número 197.

La isla majorera cuenta ya con una pequeña comunidad que va tomando forma y consolidándose. Los nuevos participantes se unen a quienes realizaron el cursillo el pasado otoño, un grupo que desde entonces se reúne con regularidad para compartir vida, fe y el camino que cada uno va descubriendo en el Señor.

Una alegría para toda la diócesis que ve cómo este primer anuncio sigue llegando a nuevas realidades y acompañando a quienes buscan fortalecer su relación con Cristo y con la comunidad.

Aday González Cruz y Jorge Martín de la Coba toman posesión como nuevos canónigos

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En un acto solemne y sencillo celebrado en la Catedral de Canarias, Aday González Cruz y Jorge Martín de la Coba tomaron posesión este miércoles, 26 de noviembre, como nuevos canónigos del Cabildo Catedralicio. La ceremonia estuvo presidida por el obispo de la diócesis de Canarias, Mons. José Mazuelos, acompañado por el obispo auxiliar, Cristóbal Déniz, y los miembros del Cabildo.

El acto comenzó con la lectura del acta de nombramientos, realizada por el secretario del Cabildo, Luis María Guerra, que recordó que las designaciones fueron firmadas por Mons. Mazuelos el pasado 20 de octubre. Tras ello, los nuevos canónigos realizaron la Profesión de fe y prestaron juramento ante los Santos Evangelios y los estatutos catedralicios.

Posteriormente, Aday González y Jorge Martín tomaron posesión de sus respectivas sillas en el coro y en la Sala Capitular, donde también tuvieron ocasión de dirigirse a los asistentes.

Jorge Martín afirmó asumir esta responsabilidad “como una misión”, destacando que la Catedral “tiene retos y desafíos evangelizando y estableciendo puentes hacia Dios”. Agradeció especialmente a sus padres, Juan y María del Carmen, “que siempre mantuvieron una estrecha vinculación con la Catedral, a la que acudíamos mis hermanos y yo desde pequeños”. Añadió que espera vivir este servicio “con ilusión y entrega”.

Por su parte, Aday González expresó que este nombramiento es para él “una forma de servir al Señor y a la Iglesia”. Recordó sus años de oración en la Catedral, donde en numerosas ocasiones preguntó al Señor qué quería de él. “Es una oportunidad para volver a decir sí al Señor, porque vale la pena estar a su servicio y entregarse en la divina Liturgia para ayudar a los demás a entrar en la alabanza del Dios que solo sabe amar”, afirmó.

Con la incorporación de ambos sacerdotes, el Cabildo Catedral refuerza su labor pastoral y litúrgica en el principal templo de la diócesis de Canarias.

Cinco jóvenes canarios logran saludar al papa León XIV y le invitan a visitar Canarias

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Un pequeño grupo de cinco fieles procedentes de Canarias viajó hasta Castel Gandolfo para intentar saludar al papa León XIV. A pesar del frío y la lluvia, esperaron durante horas a las puertas de la Villa Barberini, portando banderas española y canaria y llevando como obsequio unos tradicionales pasteles de hojaldre de doña Paula, típicos de Tenerife.

Al salir el pontífice, uno de ellos le expresó su deseo de que visitara las islas. El Santo Padre respondió sonriente: “¡Ah, eso sería muy bonito!”. Los peregrinos, que también querían compartir con él la realidad migratoria que vive el archipiélago, mostraron su gran ilusión por este breve encuentro.

“Nos haría mucha ilusión que viniera, especialmente después de que el papa Francisco mostrara interés. Sería esperanzador para los canarios y daría luz a la situación que vivimos”, expresó Mario, uno de los participantes.

Imagen: VaticanMedia

La JOC Canarias convoca el PostCampa 2025

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La Juventud Obrera Cristiana organiza una nueva edición del PostCampa, un encuentro que se desarrollará en el albergue de Camaretas del 26 al 28 de diciembre. La actividad está dirigida a jóvenes de 14 a 25 años y tiene un coste de 45 euros. Para participar, es necesario rellenar el formulario disponible en el código QR del cartel y adjuntar la autorización, fotocopia del DNI, tarjeta de la Seguridad Social y, en caso de menores de edad, la documentación del tutor legal. El plazo de inscripción y de pago finaliza el 14 de diciembre.

El abono se realiza mediante transferencia bancaria al número de cuenta ES52 1491 0001 2521 7980 3925, a nombre de JOC Canarias, indicando en el concepto PostCampaJOC 25 junto al nombre del participante.

La JOC anima a los jóvenes a ser parte de este encuentro, una oportunidad para convivir, compartir y crecer en comunidad.

Información resumida

Lugar: Albergue de Camaretas

Edad: 14 a 25 años

Precio: 45 €

Fechas: 26–28 de diciembre

Inscripción y pago: hasta el 14 de diciembre

Contacto: Ana (690 92 89 14) y Aarón (678 26 19 50)

Familia y Vida presenta la nueva propuesta de preparación al matrimonio

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La diócesis pone en marcha itinerarios renovados para acompañar a los novios y a los primeros años de vida matrimonial

La delegación de Familia y Vida de la diócesis de Canarias ha presentado una propuesta renovada para la preparación al matrimonio, dirigida a todas las parejas que desean recibir el sacramento y a los párrocos que las acompañan en este camino. Con esta actualización, la diócesis da un paso significativo hacia un modelo más profundo, cercano y progresivo de acompañamiento.

Un proceso más amplio y acompañado

Durante años, los cursillos prematrimoniales han sido un pilar fundamental de la pastoral familiar en nuestra diócesis. Ahora, respondiendo a las orientaciones del papa Francisco y de la Conferencia Episcopal Española, la delegación propone un itinerario más completo, que acompaña a las parejas antes del discernimiento, en la preparación inmediata a la boda y durante sus primeros años de matrimonio.

Esta visión renovada quiere ayudar a los futuros matrimonios a profundizar en su vocación, a reforzar el diálogo y la vida en común, y a descubrir la belleza del sacramento desde una experiencia personal y comunitaria.

Itinerarios es funcionamiento

En los últimos años se han puesto en marcha dos grupos piloto en las parroquias de Jesús de Nazaret (Siete Palmas) y Corazón de María, donde ya varias parejas han completado el proceso de acompañamiento. Los frutos han sido esperanzadores: mayor madurez en las relaciones, reencuentro con la fe y la integración de matrimonios jóvenes en la vida comunitaria.

Un equipo diocesano al servicio de las parejas

Para hacer posible este proyecto, se ha formado un equipo de matrimonios procedentes de distintas realidades eclesiales —Equipos de Nuestra Señora, Camino Neocatecumenal, Focolares, Emaús, Proyecto Amor Conyugal, Opus Dei y parroquias— que trabajan juntos para sostener y dinamizar los encuentros.

Procedimiento para los párrocos

Cuando una pareja acuda a una parroquia para iniciar los trámites matrimoniales, el párroco realizará la acogida y la apertura del expediente, y posteriormente la remitirá a la delegación de Familia y Vida. Desde allí se facilitará su incorporación al grupo más cercano y al itinerario correspondiente.

Cursillo intensivo para casos urgentes

Mientras los itinerarios se implantan en toda la diócesis, la delegación ofrecerá un cursillo intensivo para quienes necesiten una preparación breve:

Parroquia Jesús de Nazaret
17 y 18 de enero de 2026

Contacto

pastoralfamiliardecanarias@gmail.com
Rellena este formulario

https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScLXzryXz5DVkw_2eowCKE1XZ_343DTz7uQ7SAqS1NOGNXN9g/viewform

“La vida cristiana es vivir conforme a las enseñanzas de Jesús”

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Homilía de Mons. José María Gil Tamayo, arzobispo de Granada, en la solemnidad de Cristo Rey del Universo, el 23 de noviembre de 2025, en la S. A. I. Catedral de Granada.

Queridos sacerdotes concelebrantes,

Queridos hermanos y hermanas,

Querido diácono,

Queridos seminaristas,

Queridos todos en el Señor,

Como os decía al comienzo de esta celebración, estamos celebrando la solemnidad de Jesucristo Rey del Universo. Con ella, como se nos ha recordado, culmina el año cristiano. El año cristiano, que es un recorrido por los grandes misterios de Cristo. Y que comenzaremos el domingo próximo de nuevo con la fiesta o el domingo, mejor dicho, primer domingo de Adviento.

Y así, un año más. En este recorrer una y otra vez el misterio de Cristo, el misterio insondable de Cristo, que nos lo ha puesto de relieve el himno cristológico que acabamos de escuchar en la proclamación de la segunda lectura del apóstol San Pablo a los Colosenses. Cristo es el primogénito, Cristo es el Rey y Señor. Por Él y para Él fueron creadas todas las cosas.

Él es anterior a todo y todo se mantiene en Él. Él es la cabeza de su cuerpo, que es la Iglesia. Es el primogénito de entre los muertos. Él es el Rey y Señor de nuestras vidas. Y es esa centralidad de Cristo, es la que resume lo que es y lo que tiene que ser el cristiano. Lo que tiene que ser para el cristiano.

San Pablo dice que somos otros Cristos, que tenemos que ser alter Cristo. Otros Cristos, el mismo Cristo. De sí mismo decía: “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí”. “Mi vivir es Cristo”, decía él. Y esa es la condición del cristiano, que el Catecismo nos lo resumía cuando nos preguntaban: ¿Eres cristiano? Sí, soy cristiano por la gracia de Dios.

¿Qué quiere decir cristiano? Era la pregunta siguiente. Quiere decir discípulo de Cristo. Cristo lo es todo para el cristiano, pero no de una manera teórica. No puede ser de una manera teórica. La vida sacramental es la configuración con Cristo. Ya en nuestro bautismo somos cristificados. En el lenguaje antiguo castellano se llama cristianarnos, acristianarnos. Es decir, hacernos Cristo.

Y eso lleva consigo después una consecuencia en nuestra vida de que vivamos de acuerdo con lo que somos. Y acristianarse, hacerse de Cristo supone, pues, irnos configurando con Él. Somos hijos en el Hijo, formamos parte de su cuerpo, somos miembros del cuerpo de Cristo. Vosotros sois el cuerpo de Cristo, dice San Pablo. Luego, queridos hermanos, en esta fiesta con la que culmina el año cristiano a celebrar el señorío, la realeza de Cristo, tenemos que pensar y examinarnos si Cristo es el centro de nuestra vida. Si realmente nosotros, como decimos al final de la plegaria eucarística, nuestra vida es por Cristo, con Él y en Él. A ti, Dios Padre omnipotente, todo honor y toda gloria. Por Cristo, con Él y en Él.

La vida cristiana es vivir conforme a las enseñanzas de Jesús. Y eso es hacer realidad el Reino de Dios en medio de nosotros. Ese Reino que, como nos dirá el prefacio, es un reino de justicia, de paz y de amor. El Reino de Cristo es el reino de la gracia, es el reino de la salvación, es la salvación que nos ha traído Jesús.

La primera lectura, tomada del segundo libro de Samuel en el Antiguo Testamento, que nos recuerda la proclamación de David. La unción de David como rey y su proclamación posterior. Pues nos pone al mismo tiempo ese antecedente, ese tipo de la realeza de Cristo. Cristo es Hijo de David. Es descendiente de David. También en lo humano, esa realeza le corresponde a Cristo. El Mesías esperado, es el título con el que se dirige a Jesús.

Algunas veces en el Evangelio, “Jesús, hijo de David, apiádate de mí”, dirá Bartimeo, el ciego de Jericó. Jesús, Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor, el Hijo de David. Así es proclamado Jesús a la entrada en Jerusalén, como un rey. Como el nuevo David. Pero es San Pablo, en la carta a los Colosenses, que nos ha mostrado la grandeza del misterio de Cristo.

En ese himno que probablemente era un himno que rezaban y cantaban las comunidades cristianas primitivas. Esa realeza de Cristo que se muestra en su pasión, muerte y Resurrección, es la que tenemos que vivir los cristianos. Ese Cristo que vemos, que tiene como trono la cruz. Pilato pone encima de la cruz la causa de la muerte de Cristo: “Jesús el Nazareno, rey de los judíos”. Y lo pone en las lenguas de entonces. Lo pone en latín, lo pone en griego, lo pone en hebreo. Para que todo el mundo se entere. No lo hace él con la intención de ayudar a Cristo, pero sí le pregunta a Cristo, según el evangelista San Juan, en el juicio a Cristo: “¿Tú eres rey?”. “Tú lo has dicho, para esto he nacido. Para esto venido, para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”.

Y la realeza de Cristo es una realeza espiritual. Es una realeza del cambio y del corazón. Es una realeza del amor. Es una realeza con las exigencias que Jesús nos pone. Es el Evangelio. La realeza de Cristo no puede confundirse con la realeza humana de poder. La realeza de Cristo es la realeza del servicio.

Es la realeza del amor y de la misericordia. La realeza de Cristo no puede ser reivindicaba en causas políticas, como si agotaran el mensaje cristiano. La realeza de Cristo no puede contaminarse con ideologías humanas. La realeza de Cristo tiene unas exigencias, que son las del Evangelio, a las que no podemos renunciar los cristianos. Y en esas opciones, por la realeza de Cristo, entran los pobres, entran los inmigrantes, entran los más desvalidos, entran los enfermos, entran que los últimos son los primeros.

Entra los que son bienaventurados según el Evangelio: los pobres, los pacíficos, los misericordiosos, los que sufren por ser justos. Esa realeza de Cristo, la que los cristianos tenemos que atrevernos a extender en nuestro mundo. Porque es lo que pedimos al Señor en el Padrenuestro: Venga a nosotros tu reino. Esa realeza de Cristo es la realeza de la cruz.

Es la realeza de aquel que muere por amor, que nos ha dicho que nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Luego, tenemos que cambiar el chip. La realeza de Cristo no se asemeja a realezas humanas. Y sobre todo, la realeza de Cristo es en el interior de cada persona. El Reino de Dios, nos dice Jesús, está en medio de vosotros, en el interior de vuestro corazón.

Tenemos que preguntarnos, ¿reina Cristo en mi vida? ¿Reina Cristo en mi corazón? ¿Reina Cristo en mi comportamiento, en mis actitudes, en mi hogar, en mi trabajo, en mis relaciones sociales? ¿Los criterios de Cristo los llevo a la vida a pesar de los pesares, de nuestra debilidad, de nuestros defectos? ¿Pero, me empeño por seguir y parecerme a Jesucristo? Queridos amigos, los santos, que son los que se han parecido y se parecen a Jesús, son muy distintos entre sí. Son muy distintos en época, son muy distintos por sus características personales, por su estado de vida. Pero tienen todos un denominador común: han intentado parecerse a Jesús.

¿Y por qué nosotros no? Nosotros, como ellos, también tenemos defectos. Los de los apóstoles nos muestran los evangelios de manera innegable. Y Cristo los escogió. Luego, tú y yo podemos hacer realidad el Reino de Cristo en nuestra vida. Vamos a pedirle al Señor que en este mundo nuestros de divisiones, de guerras, de enfrentamientos, de tantas confrontaciones… Lo vemos en el ambiente social, lo vemos en el ambiente político, lo vemos en las divisiones de unos contra otros, olvidándose del bien común.

Y sobre todo, se muestra más palpable cuando hay crisis, cuando hay catástrofes, que no se ponen de acuerdo. Yo, tú y tú, yo… Y quienes sufren más… Lo vemos en el clima de desigualdad que existe en nuestro país, que existe en nuestro mundo. En un rearme cada vez más importante. No estamos en el mejor de los mundos, queridos amigos.

Pero esto nos tiene que llevar… Es decir, ¿qué puedo yo hacer por el Reino de Dios en mi vida, en mis circunstancias, en el ambiente en el que estoy, en mi trabajo? ¿Pongo en práctica, realmente, las exigencias de Jesús? ¿O lo que prima es la ideología? Lo que prima es, pues, ese contagio al enfrentamiento, o al menos a la pasividad de brazos cruzados.

Amigos, la civilización cristiana, las exigencias del evangelio pueden cambiar nuestro mundo. Pero los cristianos tenemos que espabilarnos. No dejar que nos diseñen un mundo al margen de Dios, al margen de su Reino, al margen de los derechos fundamentales de la persona. Al margen de una sociedad justa en la que no dominen unos pocos, en la que unos pocos no sean los beneficiarios de lo que debe ser compartido por todos.

Queridos amigos, pidamos que ese Reino de Cristo se realice en la vida de la gracia y en la santidad. ¿Cómo vamos a vivir el Reino de Cristo si estamos en pecado? Si no acudimos a su perdón, si no tratamos de vivir poniendo paz en el hogar, poniendo reconciliación.

Vamos a pedirle esto a la Virgen. Ella es… La mira el pueblo cristiano como reina. Ella es la madre del Rey.

Pues vamos a acudir a Santa María, Reina y Señora nuestra. Por eso ella es coronada, porque es nuestra madre, porque es la madre del Rey, que es la madre de Cristo. Que Cristo esté y reine en nuestro corazón.

Así sea.

+ José María Gil Tamayo
Arzobispo de Granada

23 de noviembre de 2025
S. A. I. Catedral de Granada

¡Atención!

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·Queridos diocesanos, hermanas y hermanos de Málaga y Melilla:

Pierre Anthon, en la novela “Nada”, se sube a un ciruelo. Desde allí observa el mundo con distancia, sin implicarse y, por tanto, sin esperanza. El Adviento, en cambio, nos invita a “bajar del ciruelo”, a vivir con los pies en la tierra, atentos a los signos de la presencia de Dios, que nunca advertiremos encaramados en las ramas de un árbol.

Por eso quiero dirigirme a vosotros con una palabra que considero esencial en este momento de nuestra historia: atención. Jesús mismo nos exhorta: «Velad, porque no sabéis el día ni la hora». La vigilancia es la actitud del discípulo que sabe que el Señor viene, que su presencia se manifiesta en lo cotidiano, y que no podemos dejar pasar la oportunidad de reconocerlo.

Vivimos un cambio de época, no solo en una época de cambio. Las transformaciones culturales, sociales y tecnológicas nos colocan ante nuevos desafíos y también ante nuevas oportunidades. En medio de este mundo en movimiento, la atención se convierte en una virtud especialmente necesaria. Si no estamos atentos, podemos perder de vista los nuevos peligros que amenazan la vida y la fe. Pero si permanecemos vigilantes, descubriremos oportunidades inéditas para vivir y anunciar el Evangelio: nuevas formas de comunicación, nuevas búsquedas espirituales en los jóvenes, nuevas sensibilidades hacia la justicia y la paz.

La vigilancia y la atención no son únicamente virtudes personales; estamos llamados a vivirlas en comunidad. No basta con que algunos permanezcan atentos: es necesario que toda la Diócesis, y cada parroquia en particular, se mantengan despiertas para esquivar la rutina, acoger con fe los signos de los tiempos y discernir juntos lo que el Espíritu está diciendo hoy a la Iglesia.

El Adviento nos recuerda que Dios viene siempre, que su llegada no es solo un acontecimiento del pasado ni una promesa futura, sino una realidad presente. La vigilancia nos ayuda a reconocerlo en los signos pequeños: en la sonrisa de un niño, en la paciencia de los ancianos, en la solidaridad de quienes comparten lo poco que tienen. Estar atentos es abrir los ojos para descubrir que el Reino ya está germinando entre nosotros.

La atención también nos llama a cuidar nuestra vida interior. No podemos vivir vigilantes si no cultivamos el silencio y la oración, si no alimentamos nuestra fe con la Palabra de Dios, si no participamos con fervor en la Eucaristía. La vigilancia no es nerviosismo ni ansiedad, sino serenidad activa, fruto de una relación viva con el Señor.

Queridos hermanos y hermanas, os invito a que este Adviento sea un tiempo de atención vigilante. Así, cuando llegue la Navidad, podremos acoger al Señor con un corazón despierto y agradecido, sabiendo que hemos vivido atentos a su presencia y a su llamada.

Recibid un saludo muy cordial en el Señor que viene.

+ José Antonio Satué
Obispo de Málaga

Este sábado 29, Seminario en Familia

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Este sábado 29, Seminario en Familia

 

Es la modalidad de Seminario Menor que permite a los chicos explorar su posible vocación al sacerdocio

Este sábado 29 de noviembre habrá en Guadix una nueva sesión del Seminario Menor en Familia. Será en el Colegio de la Divina Infantita, de la ciudad accitana, y está abierto a todos los chicos que se plantean su posible vocación al sacerdocio o, al menos, quieren explorar esa posibilidad. La jornada de Seminario en Familia comenzará a las 10:30 de la mañana y, para ampliar toda la información que se precise, se ofrece el teléfono 640 173 478.

El Seminario en Familia es la modalidad de Seminario Menor que hay en la diócesis de Guadix. Se trata de una etapa de discernimiento de la posible vocación al sacerdocio, aun sabiendo que se trata de edades muy tempranas, pues está dedicado a los chicos de Secundaria y Bachillerato, fundamentalmente. Los chicos viven en sus casas durante el curso, con sus familias, y, cada cierto tiempo, hay encuentros de formación y convivencia como el que tendrá lugar este sábado 29 de noviembre.

En esta etapa y para estas edades, no se trata de tener claro que se tiene vocación al sacerdocio. Se trata de discernir si hay esa vocación y ayudarla a crecer si existe. Y, para los que descubran que no la tienen, también les ayudará a discernir su vocación en la vida, aunque no sea para el sacerdocio.

Para los que se plantean la posibilidad de ser sacerdotes, el Seminario en Familia es una primera etapa. Después vendrá el Seminario Mayor y un discernimiento más profundo, ya como adultos, de esa vocación. Y, acompañando todo este proceso, se podrá contar con la ayuda de la delegación de Pastoral Vocacional y del propio Seminario Diocesano.

Para quienes asistan este sábado, se encontrarán momentos de formación y de diversión. Pero también habrá momentos para la oración y la celebración. Tras este encuentro vendrán otros a lo largo del año, que harán de estos encuentros una verdadera familia.

Antonio Gómez

Delegado diocesano de MCS. Guadix

 

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